jueves, 8 de agosto de 2013

El Regalo Perfecto

Su voz sonó cercana y un poco metálica al otro lado de la línea "Claro que puedes venir. Además tengo un regalo para ti". Solía llamar para avisar de mi visita a pesar de que me había explicado varias veces que no tenía que hacerlo, que siempre sería bienvenida en su casa.
Cuando me senté en una de las sillas de la cocina  no podía pensar en otra cosa "!quería mi regalo!". Qué importaban  sus cosas, las mías o las del mundo.. lo primero era lo primero.
Ni siquiera estaba envuelto. 
- Las he recogido en el sendero del río, camino de la playa- sobre un sencillo cuenco de madera, un montón de bellotas se apiñaban expectantes.
Me quedé sin habla, inclinándome hacia delante para verlas mejor. Muda y asombrada oí un pensamiento "no puede ser.. es.. perfecto". Aún parpadeaba incrédula cuando empecé a tocarlas y mi tía, paciente, me explicaba el origen de cada una y su cuidado.
- Estas son de roble, de avellano, nogal, almendro... No soportan ser trasplantadas, se mueren, pero puedes hacerlo metiendo  el tiesto viejo y rompiéndolo  por varios sitios para que las raíces puedan seguir creciendo sin notar  el cambio de maceta.
Muchas veces había pensado en el regalo perfecto. Debía ser  algo deseado y olvidado a la vez, algo que no se espera (así que las navidades y los cumpleaños no cuentan) y que oculta un poso de  amor, delicadeza y alegría.
Hace poco una amiga también me hizo el regalo perfecto: habían pasado varias semanas de mi cumpleaños y hablando en su coche me contaba:
- Pensé qué podía regalarte, pero ¿qué se le regala a alguien que lo tiene todo?- ahí estaba de nuevo, resumido en una frase. El problema es que a veces me asusto cuando alguien me muestra su cariño y tuve que romper  encanto del momento con un chiste.
Sonreí traviesa, levanté mi mano derecha, la cerré  a la altura del codo y  la moví de arriba abajo gruñendo:
- Brum-brum- ella reconoció el gesto perfectamente porque su novio de entonces tenía una moto de gran cilindrada y se rió.
Todo esto quedó olvidado hasta que hace poco una amiga colgó en Facebook una conversación que su hijo había tenido con ella:
- ¿Mamá, sabes lo que  me gusta de ti? Que nunca te rindes.
Ahí estaba con su poso de amor, delicadeza y alegría.


Las Palmas 8 de Agosto 2013

A Los Pies Del Timanfaya


Ésta es  tierra de volcanes y a los pies del Timanfaya custodiamos  un lugar donde aún se pueden oír sus voces. También aquí todo tiene su canción y si calmas tus pensamientos, podrás escuchar la voz de la tierra.
Hoy los volcanes duermen, así que   descansa,
recupérate y pasea tu curiosidad sobre su piel. 
Lo demás no puedo contártelo, es secreto,
porque ésta, es tierra de volcanes y nosotros,
silenciosos guardianes.