martes, 1 de septiembre de 2009

En La Pared

Yo he visto “El Club de los Poetas Muertos” con una mezcla de asombro y deseo: “Carpe diem, aprovecha el momento” intuía que en esa frase estaba el secreto para una buena vida. Sin embargo, hasta hace poco mi existencia ha sido un continuo huir del momento presente ya fuera porque no estaba cómoda con quién era o lo que estaba haciendo, una y otra vez volvía al pasado y su seguridad o al futuro y sus promesas.
Era el día de la inauguración de su casa y le había prometido pasarme a saludar, sólo eso. Con la mudanza y la casa llena de cajas, todo estaba improvisado, incluso la pared que nos había dejado para que escribiéramos un pensamiento, un poema o un dibujo, ella sólo quería algo hermoso que bautizara el comienzo de su nueva vida.
Fui la primera en escribir una frase llena de poesía y amor, un pensamiento para tod@s aquellos que miraran la pared y se estuvieran buscando. La verdad es que estaba muy satisfecha conmigo misma por esa reflexión profunda y sencilla a la vez, un regalo único.
La sorpresa llegó mientras lo estaba escribiendo: la pintura había sido repartida desigualmente y el rotulador saltaba y se movía con dificultad. Así que me vi repasando las letras y sorteando hostiles montículos y tuve que mantener la atención constante en lo que estaba haciendo. Oía de fondo las voces de los amigos, sin poder concretar el tema de la conversación y en la punta del rotulador, concentraba todo mi esfuerzo.
Aún me cuesta describirlo. Sentí una sensación de realidad que hasta ese momento nunca había experimentado, un regocijo desconocido resumido en un instante. Estaba allí, en la pared y mi vida era maravillosa.
Las Palmas, 1 de septiembre 2009

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